sábado, 19 de mayo de 2012

ANÁLISIS MATERIAL ESCOLAR


            Generalmente, los adultos, acostumbramos a comunicarnos entre nosotros mediante explicaciones conceptuales. Un código de comunicación que compartimos y que permite comprendernos correctamente entre nosotros. Lo utilizamos entre adultos y lo hacemos de igual manera con los niños; pero a ellos  les cuesta comprender totalmente el significado de los conceptos, y aunque en ocasiones pueden llegar a entenderlos, difícilmente los recuerdan por mucho tiempo. Pero comunicarnos con los niños no es difícil, exige solamente un cambio de código. Hemos de abandonar las explicaciones conceptuales y cambiarlas por la narración simbólica, es decir, las historias, los cuentos, las metáforas, las vivencias, o cualquier otro recurso narrativo.


            En esta ocasión vamos a trabajar, como bien señalizamos anteriormente, con un cuento. Analizaremos  la historia de Cenicienta, resumida de tal forma para que niños/as de 2 años de edad sean capaz de entenderla en su mayor parte posible.

            En la portada del cuento; aparece Cenicienta con un pomposo vestido rosa y con su padre vestido de militar, en el fondo se ve el Castillo. En la portada final aparecen Drisela y Anastasia, hermanastras de Cenicienta, con vestidos menos elegantes que el de Cenicienta colores verde y naranja con cara de enfado discutiendo por un collar.

            El cuento comienza y en sus dos primeras páginas se incluyen dibujos de Cenicienta y su padre, en el fondo aparece sol amarillo con cara sonriente, un campo verde y el castillo del papá de Cenicienta (mismo dibujo que el de portada inicial). En primer plano están Cenicienta con vestido rosa pomposo, melena dorada bien peinada y con cinta a juego con el vestido. Su padre, con traje azul militar. A los pies se relata lo feliz que Cenicienta y su padre viven.

            En la página contigua aparece misma imagen que en la portada final y se relata que el papá de Cenicienta se casa de nuevo lo que supone la llegada al Castillo de la madrastra y sus hijas, quienes hacen infeliz a Cenicienta pues le quitan todas sus cosas y su madrasta la obliga a trabajar. La imagen muestra a las hermanastras discutiendo por un collar, con expresión de enfado y ceño fruncido. Sus vestidos son de colores verde y naranja, pelos oscuros y desalineados, cogidos con coleteros de diferente color al del vestido. El fondo es liso sin colores luminosos que capten la atención.

            En la siguiente página, aparece Cenicienta llorando en la cama, con gesto triste, en una habitación sin ningún tipo de lujos, aún así el sol aparece sonriente tras la ventana y dos pájaros están asomados mirándola. Se acompaña de texto donde se relata el cansancio y tristeza de Cenicienta y cómo los dos pájaros acudían a despertarla.

            Pasamos de página y podemos ver a una Cenicienta completamente diferente, con un hermoso vestido amarillo reluciente como el sol. Es el hada madrina la que se aparece de repente y transforma los ropajes de Cenicienta en el hermoso vestido.  Ahora está preparada para ir al gran baile, que su madrastra le había prohibido.

            Si continuamos leyendo, en la siguiente página, se puede observar una enorme carroza con forma de calabaza, tirada por dos hermosos caballos blancos y llevada por un hombre con ropajes lujosos. En realidad es una calabaza que transforma el hada madrina para que Cenicienta se pueda transportar hasta el baile; pero debe salir de el antes de las doce porque de lo contrario, la magia desaparecerá.

            En la siguiente página observamos como Cenicienta con ese vestido amarillo tan hermoso, baila con el apuesto príncipe, hombre de pelo castaño bien peinado, con ropajes azules y dorados, propios de una persona de la realeza. En el fondo se puede ver una pared y cortinas muy cuidadas y un reloj cuadrado que marca las doce de la noche.

            En la página contigua, aparece Cenicienta bajando por unas largas escaleras inmersas en los jardines de Palacio; el fondo es oscuro, con tonalidades diferentes de verdes y se puede ver una gran luna y estrellas.  En uno de los escalones, se queda posado el zapatito de cristal de Cenicienta que con las prisas por escuchar las doce campanadas deja olvidado.

            Para finalizar la historia, la última página del cuento se puede ver  una imagen muy diferente. Aparece Cenicienta de nuevo con sus viejos ropajes sentada en una silla y acercando su diminuto pie a uno de los criados del príncipe. El criado posee ropas propias y muy lujosas. Le acerca el zapato con intención de que Cenicienta se lo ponga para saber si por fin es una de las mujeres a la que busca, debido a que ha ido probando el zapato a todas las jóvenes del país y no era de ninguna. El príncipe por fin encuentra a la dueña del zapato, Cenicienta y se casa con ella siendo felices para siempre.

            El cuento, en sus dos últimas páginas, posee una parte de comprensión del mismo. Donde aparecen imágenes del cuento para que los niños identifiquen los personajes que son. Al igual también aparecen otras imágenes con el nombre debajo, con el objetivo de aprender vocabulario relacionado con el cuento.

            El cuento, se basa más en resaltar las imágenes que la parte escrita, está muy resumido, con el contenido exacto de la historia de Cenicienta, explicando los detalles justos. El uso de la imagen permite facilitar y favorecer la comprensión del libro sobre todo si es un niño que tiene dificultad de lectura, y eludir por parte el problema de incomprensión total. También, el hecho de que aparezcan muchos colores es una manera atractiva para motivar al niño. Las imágenes permiten abrir la imaginación del niño.


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